lunes, 16 de febrero de 2009

No Escribo



Y cada vez que voy a escribir el lapicero dice no. Se desparrama en el pequeño cofre rosado, rebelde como los lápices sin punta esperando que alguien les devuelva la voz. Cada vez que intento escribir la hoja me dice espera, se arruga y se transforma en un trozo sin forma.


¿Cómo esperan que logre escribir?


Se enciende la culpa y con ella las ganas de gritar, los sinsabores que el pasado quiere escupir y los arrebatos que la vida me obliga a relatar esperando incauta oír un final feliz.


¿Contradigo entonces mi posición, aferrándome al refugio del papel?

La palabra se desdobla, cruza el camino de la incertidumbre y se concreta en el final de mis dedos. Intenta, lucha y luego se desvanece en el vacío de mis indecisiones. Volver a concebir la idea es mi próximo desafío.