jueves, 14 de enero de 2010

Tres, dos, uno...


Nuevo año, nueva vida, nuevos fracasos, nuevas desilusiones, más besos, menos abrazos, pocas mentiras, varias sonrisas, muchos te quiero, ninguna venganza.

Llega el amor y con él la esperanza, el sacrificio, los errores, los golpes, el riesgo, la madurez, el saber decir te quiero sin tener los labios pegados, el comprender las historias sin preguntar por qué, el apretar la mano como si fueras a saltar al vacío, el mirar con los ojos cerrados, el hablar sin mover la boca, el saber escuchar sin dejar de callar, el dar, entregar y entender. Un año con menos verano, más peleas, los mismos disgustos y con la incertidumbre de siempre. Se irán los adioses y llegarán los perdones.

Viene un año diferente con metas que resucitan y vuelven a tener color. Con temores que nunca se fueron y siempre van a estar ahí para devolverme a la tierra. Con sueños por cumplir, amigos que visitar, enemigos que olvidar y responsabilidades que asumir. Nuevo año, nuevas reglas, nuevas pasiones y todo en la misma vida.